lunes, 20 de septiembre de 2010

Comisiones de servicio. Como cabrear a todo el mundo.


Imagínense por un momento que estamos a punto de resolver un traslado y una oposición. Supongamos también que existe un servicio público de empleo que básicamente sirve para dar empleo a los que trabajan ya en él, pues no parece poder asumir la impresionante tarea que realizan las bolsas de trabajo en empresas públicas. Estas bolsas de trabajo tienen entre sus labores inestabilizar la plantilla, procurar que nadie conozca el nombre de su médico (porque cambia) y le encanta hacer que los médicos y enfermeros quemen gasolina, sin permitir permutas. Por supuesto, sus criterios para contratar son opuestos a la razón y la lógica más elemental. Así, mientras el Servicio Andaluz de Empleo prioriza buscar trabajo a los parados de larga duración, la bolsa prima a los que más trabajan, para desespero de los que nunca han trabajado, de los más jóvenes y los parados de larga duración.

Mezclemos y agitemos todo esto.

El otro día me preguntaba un colega que creía yo que iba a ocurrir en la segunda quincena de septiembre cuando, por fin tras sólo 3 años, se resolviese la OPE 2007, ante la avalancha de solicitudes de comisiones de servicio y los numerosísimos cambios que se esperaban. Inmediatamente pensé una solución fácil:

1.- Preguntar a todos los interinos que no han obtenido plaza en la OPE, si estaban dispuestos a mantenerse en la misma plaza que ocupan en la actualidad.

2.- Abrir un plazo previo a la toma de posesión para solicitar comisiones de servicio, únicamente hacia la plaza que cubriesen en la actualidad.

3.- Dar todas las comisiones de servicio que se solicitasen siempre y cuando la plaza que fuesen a tomar en posesión tuviese a un interino dispuesto a quedarse en ella.

Fácil, simple, contenta a los profesionales y evita cambios de médicos a los usuarios.

Pero, ¿que es lo que pienso que van a hacer?

1.- Habrá algunos profesionales que ni siquiera se incorporen a la plaza (cargos intermedios y no tan intermedios - las malas lenguas les llaman enchufados, pero yo no -).

2.- La mayoría tomará, bastante cabreados, posesión y desplazarán hacia la bolsa a los interinos o eventuales.

3.- Los interinos serán reubicados por la bolsa procurando cabrearlos.

4.- Los pacientes (de los propietarios y de los interinos cabreados) se cabrearán pues están hartos de cambiar de médico y que el nuevo venga cabreado.

5.- Se comenzarán a dar comisiones de servicio (días antes de la toma de posesión del próximo traslado que se convoque -2012 calculo yo con suerte-), aunque no será hacia el cupo que ocupaban antes, para que no pierdan todo el cabreo adquirido. Al cupo al que lleguen volverá a cabrearse.

Y así será posible mantener cabreados y distraidos a pacientes y médicos de problemas más importantes que les acechan.

Esto no me lo he inventado yo. Viene en el "manual vasico de jestión de henpresas puvlicas", del que desconozco el autor, pero me consta que ha sido revisado extensamente desde el punto de vista del lenguaje no sexista.

Que sepáis que esto no es más que una fábula y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

2 comentarios:

Iñaki dijo...

Una de dos:
- O has mandado la entrada hace una semana a servicios centrales para corregir galeradas.
- O te han leido el pensamiento.

La verdad es que han dado muchas comisiones de servicio de forma simultánea a la toma de posesión para minimizar tanto cambio.

Rafael Jiménez Alés dijo...

Muchas? En mi zona las únicas que se han dado del tirón han sido a jefecillos. Se van a dar más, pero habiendo cesado al interino, en lugar de cambiarle el contrato a interino sustituto que hubiese sido lo lógico. Por supuesto, nada de eso es de aplicación cuando de pediatras se trata. Como sabes el estatuto marco dice bien claro que a los pediatras hay que aplicarles una vara de medir distinta en estos asuntos y hay que putearlos. Los "probes" no tendrán otra que renunciar para quedarse en su interinidad actual (que no salió a traslado ni oposición -gran fallo-) y que sería cubierta por, llamémosles, pseudopediatras (sin connotación peyorativa alguna).