viernes, 25 de enero de 2008

Lo urgente y lo importante

n"Lo urgente generalmente atenta contra lo necesario"

Mao Tse-Tung (1893-1976); estadista chino.

Vamos a ver, desde que a algún responsable político se le ocurrió poner negro sobre blanco "urgente es todo aquello que el usuario considera que no puede esperar", se puede considerar que nuestro sistema sanitario entró en caída.

Una caída lenta, pero imparable, tras haber tocado posiblemente el techo de prestaciones reales. Y cuando digo reales, quiero decir realizables. ¿De que sirven tantas plazas de médico o de pediatra, si quedan ya desiertas?. ¿De que sirve la atención podológica a los diabéticos, si el podólogo más cercano está a 100 km?. ¿De que sirven retinógrafos o espirómetros en los centros de salud si nadie los maneja?

A mayor oferta, mayor demanda, lo que ha hecho aumentar paulatinamente las inversiones en salud a un ritmo al que la salud de la población no ha mejorado. La esperanza de vida, poco. La calidad de la vida, podría considerarse que ha mermado. Cada vez hay más "enfermos" que no pueden vivir sin un médico al lado, que les diga lo que pueden comer, lo que pueden beber, con quien deben relacionarse y como deben comportarse. El control de la propia salud se ha perdido por parte de la población. Ya no están sanos dependiendo de lo que hacen, sino que su salud depende de lo que hacen los médicos. Esto genera gran angustia, que como es natural, merma la calidad de vida.

Generalmente, no hay el tiempo
ni los medios necesarios en nuestro sistema para atender al que de verdad lo necesita, pues un 10% de la población colapsa nuestras consultas con sus demandas (90%) "urgentes":

- Tengo 30 años y mocos en la nariz y aprovechando que hoy llueve y no he ido a trabajar vengo a que me vea.
- He estado todo el fin de semana de borrachera y hoy me duele la cabeza. Necesito la baja.
- Mi hijo llora cuando lo dejo en la guardería.
- A mi niña le picó anoche un mosquito y se le hinchó el párpado. Se le ha quitado ya casi del todo, pero vengo a que usted lo vea.
- Me noto como si me fuese a poner malo.
- Le he tocado la frente y estaba caliente, le he puesto el termómetro y tiene 36º y no pienso irme hasta que lo vea.

Este tipo de frases son el pan nuestro de cada día. Mientras, personas con auténticos problemas de salud, que pueden ser curados o paliados, pero que tienen el defecto de ser "prudentes" son auyentados por las hordas de abusadores. Cuando en el mejor de los casos cogen cita con una semana de antelación, para que el médico les pueda dedicar 5 minutos en los que explicarle que su hijo de 2 años no habla, no pide las cosas, no las señala, no comparte sus intereses y no juega, parecen temer hacerle perder su escaso tiempo al médico y deben soportar los desaires al salir de la consulta de todos los "urgentes" a los que ha hecho esperar.

¿Son estas circunstancias desconocidas por los responsables de nuestra sanidad, de la misma forma que desconocen el precio del café?

Este blog nace con el deseo de ser un portal de comunicación entre profesionales de la salud y ciudadanos, así como de aquellos responsables políticos que quieran saber que es lo que ocurre en este mundo y ponerle remedio.


6 comentarios:

Juan Ignacio del Pino dijo...

Un buen comienzo para contar una verdad grande. ¿hasta cuándo va a durar el camelo de la sanidad? ¿para cuándo un pacto por la sanidad pública que ponga fin a tantas mezquindades políticas? De momento, y por lo que nos atañe: Pan, Circo... y pediatra.

Ana Isabel Díaz dijo...

-ES FUNDAMENTAL EL APOYO DE LA ADMINISTRACION EN EL USO CORRECTO DE LOS RECURSOS SANITARIOS, EN LA TAIMADA EDUCACIÓN PARA LA SALUD QUE NO EDUCA. Todos tenemos la experiencia de niños con problemas de verdad serios que hacen "recapacitar" a los padres de lo que de verdad es importante y lo que es una chorrada. Creo que no podemos seguir siendo paternalistas y debemos traspasar la responsablidad de la salud a los padres, responsabilidad en el autocuidado y no seguir cargando con toda la responsabilidad de 1 tos , 1 estornudo y...¿ Doctora, le puedo llevar a la piscina? es que me iba el fin de semana, ¿cree que me puedo ir?etc, etc...
Estoy de acuerdo en que no se debe arengan a los padres pidiendo una UVI pedíatrica en la puerta de casa ni transplantes hepátícos en todos los hospitales de España ni pediatras ni médicos cosntantemente a tu lado pero sí que demanden una buena educación y enseñanza , como la que adquirieron nuestras madres de sus madres , y que les permitió saber manejar todos aquellos problemas frecuentes pero banales ( catarros , un golpe en el dedo,un "raspón " en la rodilla al resbalarte con la bici, un cortecito con una hoja de papel...) para así poder hacer espacio a la asistencia médica de verdad.
-Todo esto lleva parejo una racionalización de las revisiones y de la asistencia así como dejar de hacer un uso partidista y politíco de la Sanidad.

podria ser cualquiera dijo...

Los pediatras somos capaces de reconocer (al menos en círculos íntimos) que así no hay quien trabaje y sacrificamos, efectivamente, la atención que algunos merecen por la que otros exigen, lo importante por lo "urgente".
Sabemos que eso es un lastre para lograr una calidad adecuada (llevamos años haciendo papeles sobre "propuestas de minimos exigibles para la organizacion de una consulta
de calidad en pediatría de atención primaria") y parece que cada vez nos alejamos más de esa excelencia que perseguía la integracion de los pediatras en AP y eso se nota.
Y claro, viviendo en el país que vivimos, pues de alguien tiene que ser la culpa.
De hecho, los usuarios nos culpabilizan muchas veces a los médicos de "lo mal que está la cosa", al tiempo que vuelven a votar a los gerentes; para éstos, el problema somos los pediatras (que si somos muchos, que si somos pocos, que si todo el día de baja maternal...) y disculpan a los usuarios (que siempre tienen la razón).
Nosotros los profesionales lo tenemos también clarísimo: son los usuarios y los gerentes los que...
Pues así estamos: dividiendo culpas y malgastando esfuerzos en criticarnos unos a otros, sin darnos cuenta de que lo más rápido es empezar a ser críticos con nosotros mismos.
Nos hemos instalado en nuestro propio desprestigio... no somos capaces de encontrar nuestro sitio y la tónica general es el pasotismo y el lamento... bueno, salvo honrosas excepciones como este foro.
Admiro a quien tiene la inciativa de parir este blog, que viene a recordarnos que no todo esta perdido y que aun quedan pediatras "vivos" en nuestras trincheras.
Larga vida al blog.
"El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable."
Victor Hugo (1802-1885); Novelista francés.

Teresa dijo...

Primero que todo enhorabuena por el nacimiento del "blog", desde una compañera de profesión. Segundo: si a alguien le parece que el comentario sobre lo urgente y lo importante exagera y que es una situación puntual, le puedo garantizar que NO, no exagera. Realmente, me gustaría que no hubiese esos okupas en mi kupo que viven ahí y me impiden dedicarle la atención que se merecen a los que no son okupas que, dicho sea de paso son minoría pero hacen mucho bulto. Y me apunto a la autocrítica, realmente estoy convencida de que me hace mucha falta, por lo menos escucharé mis sugerencias de mejora, a ver si puedo cambiar algo...
Un saludo

Teresa dijo...

perdón, me refería a que los okupas son la minoría pero hacen mucho bulto. Hablando de autocrítica.

podria ser cualquiera dijo...

Redundando en el tipo de asistencia que se demanda en nuestras consultas, sólo bastaría con mirar la atención dispensada en un día como el que concluye, festividad de Santo Tomás de Aquino, patron de muchos centros educativos.
Desde las ocho de la mañana, hora a la que comienzo mi actividad (con escrupulosa puntualidad), he atendido 5 “urgencias”, 32 “demandas”, 7 “revisiones”, 2 “informadores técnicos sanitarios”, 3 “para recetas”, 3 “para resultados” y un par de llamadas... algunos con cita y otros fuera de agenda... algunos puntuales y otros menos... en fin, que, para lo que tengo habitualmente, no ha sido un mal día. A las ocho y media ya estaba la agenda completa y a las tres cuando me he marchado, ya tenia 12 citados para mañana (para mi ha sido todo un logro poder demorar consultas para dias posteriores, aunque supongo que saldrán perdiendo los de las cosas “importantes” frente a los de las cosas “urgentes”).
De las “urgencias”, sólo una tenia criterios objetivos que la justificaran (bronquiolitis con tos disneizante en un lactante de 6 semanas). Del resto, todo resuelto con remedios que nuestras madres aprendieron de las suyas (salvo alguna honrosa excepción que ha requerido alguna prescripción más allá del paracetamol).
El motivo más frecuente de consulta hoy, sin embargo, ha sido la libranza escolar, como suena. “Es que como hoy no tiene cole, hace tiempo que quería que le miraras el pie/una verruga/la talla/si tiene tapones/me lo mandas al oculista...”.
Mi única satisfacción hoy ha sido poder ayudar a un muchacho, nuevo en mi cupo, de doce años que, aunque ha venido por otro motivo (la festividad escolar), está evidentemente obeso. Le he regalado a su sobrepeso veinte minutos de consulta, porque es lo unico “importante” que he visto hoy, y porque él y el adulto que llegará a ser lo valen.
Lo que quiero decir es que no podemos perder de vista que nuestro objetivo es el niño, y que, por encima de lo que haga la administración o sus padres con los recursos (entre los cuales estamos incluimos), debemos garantizar que no sean ellos los que salgan perdiendo. Somos los mejores expertos en lo banal (esta frase no es mia) y eso nos da una posición privilegiada para reservar nuestra mejor butaca para estos niños que podemos rescatar de la banalidad.
Creo que así nos encontramos casi todos, adaptados a esta pésima forma de trabajar, pero intentando salvar lo salvable. Como decía el del anuncio, “be water, my friends”, aunque esto mismo lo dijera ya el propio Santo Tomás de Aquino: "Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente."