miércoles, 1 de octubre de 2014

Dudas sobre el tratamiento del TDAH

Vamos a ver, aquí estoy de nuevo, porque no he tenido más remedio que reaccionar a una entrada del  blog Quid pro quo. Blog que me parece de lo más aconsejable por lo demás.


Y es que en la entrada enlazada, al autor parece resultarle paradójico, que el tratamiento con psicoestimulantes pueda prevenir las conductas suicidas en los pacientes con TDAH.

¿Por que nos debería resultar paradójico?

Quizá en un depresivo que comienza a tomar antidepresivos pueda resultar paradójico que se suicide, aunque esto es lo que ocurre en algunas ocasiones. Quizá que el gato Suertudo del Dr. Sheldon Cooper muriese atropellado, resultase paradójico a ojos de de sus amigos...

Pero que un paciente correctamente (muy importante lo de correctamente) diagnosticado de TDAH (se requiere para ello que haya una afectación importante en su vida -no en la de sus padres ni en la del profesorado-), que responde al tratamiento, que mejora su rendimiento académico, disminuyen sus problemas de conducta, hace amigos con mayor facilidad, comete menos errores (en el colegio y en la vida en general) gracias al control de su impulsividad, es más respetado, más comprendido por su familia y entorno, se suicide menos ¿Por qué resulta paradójico?

En cuanto a que los pacientes con TDAH se suicidan más, yo diría que no, que no son los pacientes (el hecho de ser paciente hipertenso supone que alguien lo ha diagnosticado, pues de lo contrario es solo hipertenso, pero no paciente), sino los no diagnosticados, o mejor dicho, los no tratados, o afinando aún más, los no correctamente tratados. Porque, para asombro de todos, os diré que, "ni están todos los que son, ni son todos los que están" y hay una MAYORIA de niños diagnosticados de TDAH que no toman medicación por diversas circunstancias (entre las que se encuentra leer según que cosas en internet), ni reciben ningún otro tipo de tratamiento, apoyo o comprensión (al fin y al cabo el TDAH es para muchos una enfermedad inventada por la industria). Y es que, a ver si no es para suicidarse, que te traten como un maleducado sin serlo, como un "hijo de p..." sin que tu madre sea pilingui, como un "mueble" (a los inatentos) teniendo un corazón latiéndote en el pecho, como un inútil cuando juegas al fútbol mejor que nadie, como un torpe cuando desarmas y armas el motor de un coche con los ojos cerrados o tocas el saxo mejor que nadie... Cuando nadie ve tus fortalezas y todos resaltan tus debilidades.

El problema es cuando se confunden personas que toman psicoestimulantes (sin distinguir por que lo toman) con personas con TDAH correctamente diagnosticado y tratado. Porque, la verdad, es que tus padres te obliguen a tomar psicoestimulantes sin tener un TDAH, como probablemente les pase a la MAYORIA de los que toman psicoestimulantes, en lugar de darte amor, cariño y comprensión, es también para suicidarse.

Y es que hay muchos que escriben sobre el bosque (y dicen ver en el sucesos que les resultan paradójicos) sin hacer distinciones entre los árboles que hay en él; bosque tupido y oscuro, que conforman los trastornos de conducta y aprendizaje, de limites borrosos y confusos entre ellos, cuando no entrelazados y enredados. Y de limites igualmente confusos con los que convencionalmente se consideran "normales" (si es que el DSM-V deja a alguien sano), que conviven en el mismo bosque.

Hay dos graves problemas con el TDAH que PARADOJICAMENTE coexisten: el infradiagnóstico y el sobrediagnóstico.

El otro gran problema, que podría explicar esa aparente paradoja, es la comorbilidad no tratada. No todo el que suspende tiene un TDAH o sólo tiene un TDAH: ansiedad, trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia...) que no van a mejorar si no son correctamente diagnosticados y tratados. La ansiedad muchas veces solo requiere de COMPRENSION (y raras veces de medicación) y los trastornos del aprendizaje, de un abordaje adecuado en el entorno escolar. Si padecemos estos problemas y resultan invisibles a los ojos de los demás (que probablemente nos dediquen "halagos" como: flojos, torpes, inútiles, mentirosos y otras lindezas) es posible que también nos entren ganas de suicidarnos, por muchos psicoestimulantes que tomemos.

Debemos de seguir avanzando para que sean todos los que están y estén todos los que son. Entonces nos parecerá todo mucho menos paradójico.

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