Vamos a ver:
¿Superávit de dinero y déficit de médicos?
¿Que hacer si sobran en las arcas del estado 400 Euros por contribuyente?
¿Seguro que sobran?
A mi se me ocurre que antes de devolverlos puede haber algún lugar que por sus grandes deficiencias necesite una inyección económica:
- Las guardias médicas obligatorias exentas de retención.
- Las compensaciones por sobrecupo, exentas de retención.
- Mejorar sueldos.
- Campañas publicitarias para fomentar el buen uso de los recursos sanitarios.
- Campañas publicitarias contra el abuso de los recursos sanitarios.
Pero me gustaría conocer si a alguien se le ocurre alguna otra forma de invertirlos, porque 5.000 millones de Euros dan para esto y mucho más.
miércoles, 30 de enero de 2008
viernes, 25 de enero de 2008
Lo urgente y lo importante
n"Lo urgente generalmente atenta contra lo necesario"
Mao Tse-Tung (1893-1976); estadista chino.
Vamos a ver, desde que a algún responsable político se le ocurrió poner negro sobre blanco "urgente es todo aquello que el usuario considera que no puede esperar", se puede considerar que nuestro sistema sanitario entró en caída.
Una caída lenta, pero imparable, tras haber tocado posiblemente el techo de prestaciones reales. Y cuando digo reales, quiero decir realizables. ¿De que sirven tantas plazas de médico o de pediatra, si quedan ya desiertas?. ¿De que sirve la atención podológica a los diabéticos, si el podólogo más cercano está a 100 km?. ¿De que sirven retinógrafos o espirómetros en los centros de salud si nadie los maneja?
A mayor oferta, mayor demanda, lo que ha hecho aumentar paulatinamente las inversiones en salud a un ritmo al que la salud de la población no ha mejorado. La esperanza de vida, poco. La calidad de la vida, podría considerarse que ha mermado. Cada vez hay más "enfermos" que no pueden vivir sin un médico al lado, que les diga lo que pueden comer, lo que pueden beber, con quien deben relacionarse y como deben comportarse. El control de la propia salud se ha perdido por parte de la población. Ya no están sanos dependiendo de lo que hacen, sino que su salud depende de lo que hacen los médicos. Esto genera gran angustia, que como es natural, merma la calidad de vida.
Generalmente, no hay el tiempo ni los medios necesarios en nuestro sistema para atender al que de verdad lo necesita, pues un 10% de la población colapsa nuestras consultas con sus demandas (90%) "urgentes":
- Tengo 30 años y mocos en la nariz y aprovechando que hoy llueve y no he ido a trabajar vengo a que me vea.
- He estado todo el fin de semana de borrachera y hoy me duele la cabeza. Necesito la baja.
- Mi hijo llora cuando lo dejo en la guardería.
- A mi niña le picó anoche un mosquito y se le hinchó el párpado. Se le ha quitado ya casi del todo, pero vengo a que usted lo vea.
- Me noto como si me fuese a poner malo.
- Le he tocado la frente y estaba caliente, le he puesto el termómetro y tiene 36º y no pienso irme hasta que lo vea.
Este tipo de frases son el pan nuestro de cada día. Mientras, personas con auténticos problemas de salud, que pueden ser curados o paliados, pero que tienen el defecto de ser "prudentes" son auyentados por las hordas de abusadores. Cuando en el mejor de los casos cogen cita con una semana de antelación, para que el médico les pueda dedicar 5 minutos en los que explicarle que su hijo de 2 años no habla, no pide las cosas, no las señala, no comparte sus intereses y no juega, parecen temer hacerle perder su escaso tiempo al médico y deben soportar los desaires al salir de la consulta de todos los "urgentes" a los que ha hecho esperar.
¿Son estas circunstancias desconocidas por los responsables de nuestra sanidad, de la misma forma que desconocen el precio del café?
Este blog nace con el deseo de ser un portal de comunicación entre profesionales de la salud y ciudadanos, así como de aquellos responsables políticos que quieran saber que es lo que ocurre en este mundo y ponerle remedio.
Vamos a ver, desde que a algún responsable político se le ocurrió poner negro sobre blanco "urgente es todo aquello que el usuario considera que no puede esperar", se puede considerar que nuestro sistema sanitario entró en caída.
Una caída lenta, pero imparable, tras haber tocado posiblemente el techo de prestaciones reales. Y cuando digo reales, quiero decir realizables. ¿De que sirven tantas plazas de médico o de pediatra, si quedan ya desiertas?. ¿De que sirve la atención podológica a los diabéticos, si el podólogo más cercano está a 100 km?. ¿De que sirven retinógrafos o espirómetros en los centros de salud si nadie los maneja?
A mayor oferta, mayor demanda, lo que ha hecho aumentar paulatinamente las inversiones en salud a un ritmo al que la salud de la población no ha mejorado. La esperanza de vida, poco. La calidad de la vida, podría considerarse que ha mermado. Cada vez hay más "enfermos" que no pueden vivir sin un médico al lado, que les diga lo que pueden comer, lo que pueden beber, con quien deben relacionarse y como deben comportarse. El control de la propia salud se ha perdido por parte de la población. Ya no están sanos dependiendo de lo que hacen, sino que su salud depende de lo que hacen los médicos. Esto genera gran angustia, que como es natural, merma la calidad de vida.
Generalmente, no hay el tiempo ni los medios necesarios en nuestro sistema para atender al que de verdad lo necesita, pues un 10% de la población colapsa nuestras consultas con sus demandas (90%) "urgentes":
- Tengo 30 años y mocos en la nariz y aprovechando que hoy llueve y no he ido a trabajar vengo a que me vea.
- He estado todo el fin de semana de borrachera y hoy me duele la cabeza. Necesito la baja.
- Mi hijo llora cuando lo dejo en la guardería.
- A mi niña le picó anoche un mosquito y se le hinchó el párpado. Se le ha quitado ya casi del todo, pero vengo a que usted lo vea.
- Me noto como si me fuese a poner malo.
- Le he tocado la frente y estaba caliente, le he puesto el termómetro y tiene 36º y no pienso irme hasta que lo vea.
Este tipo de frases son el pan nuestro de cada día. Mientras, personas con auténticos problemas de salud, que pueden ser curados o paliados, pero que tienen el defecto de ser "prudentes" son auyentados por las hordas de abusadores. Cuando en el mejor de los casos cogen cita con una semana de antelación, para que el médico les pueda dedicar 5 minutos en los que explicarle que su hijo de 2 años no habla, no pide las cosas, no las señala, no comparte sus intereses y no juega, parecen temer hacerle perder su escaso tiempo al médico y deben soportar los desaires al salir de la consulta de todos los "urgentes" a los que ha hecho esperar.
¿Son estas circunstancias desconocidas por los responsables de nuestra sanidad, de la misma forma que desconocen el precio del café?
Este blog nace con el deseo de ser un portal de comunicación entre profesionales de la salud y ciudadanos, así como de aquellos responsables políticos que quieran saber que es lo que ocurre en este mundo y ponerle remedio.
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